Como habíamos dicho el día miércoles 03 de marzo en el diario El Pueblo de Arequipa, El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, se presentaba como la gran favorita de las cinco películas nominadas al mejor largometraje de lengua no inglesa. Este galardón se veía venir luego de que este filme argentino se alzara con el premio Goya a Mejor película hisponamericana.
Juan José Campanella (Buenos Aires, 1959) nos cautivó a todos con El hijo de la novia, una película espléndida sobre los primeros amigos (la verdadera amistad que empieza en la infancia y, a pesar de los reveses, las distancias, el azar, crece como un árbol vigoroso a través de la vida), el amor que el tiempo no marchita sino enriquece, la violencia de una enfermedad como el Alzheimer, y las promesas o sueños que bien se pueden cumplir magníficamente a destiempo.
Ahora, en El secreto de sus ojos (la película argentina más taquillera de las últimas 3 décadas) Campanella vuelve otra vez a la carga con el gran Ricardo Darín -sería ocioso hablar del talento de este actor que lamentablemente no asistió a la ceremonia en el Teatro Kodak- para traernos un drama basado en la novela homónima del escritor, también argentino, Eduardo Sacheri.
La película relata una historia intensa (un thriller hecho a la medida de Hollywood): la mirada retrospectiva de un ex-agente de la justicia federal argentina, Benjamín Espósito (Ricardo Darín), que recuerda una investigación que marcó su vida y la de su mejor amigo (Pablo Sandoval, a cargo de un notable Guillermo Francella) y de la mujer que siempre amó íntimamente, Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil, merecedora por esta actuación del Premio Goya a la mejor Actriz Revelación).
Hay de todo: amor, tensión laboral, animosidades cáusticas, sangre, corrupción, rabia e inclusive el alcohol y la taberna como vicios alegremente aceptados (“como pasiones” o algo que se le asemeje). Una película imperdible que seguramente es de lo mejor que dejó el cine latinoamericano en el año 2009 y que, por eso mismo ya le había ganado La Teta asustada de la peruana Llosa en el duelo que tuvieron en aras del Premio Goya a la Mejor Película Hispanoamericana.
Bien decíamos, el miércoles pasado: "Ahora que parece ser menester ponerse la camiseta del Perú y alentar a la película de Llosa en los premios Óscar, habría que decir, a título personal, que la cinta argentina le saca varios cuerpos de ventaja".
Quizá lo mejor de la película -a un confeso amante del bar , el estadio y la farra- puede resultar siendo la definición de "pasión" por parte de Guillermo Francella (sí, el mismo que se derretía con la nena Julieta Prandi) y las escenas en la tribuna de Racing. Un gran logro, una película que vale la pena ver en más de una oportunidad.Ahora, en El secreto de sus ojos (la película argentina más taquillera de las últimas 3 décadas) Campanella vuelve otra vez a la carga con el gran Ricardo Darín -sería ocioso hablar del talento de este actor que lamentablemente no asistió a la ceremonia en el Teatro Kodak- para traernos un drama basado en la novela homónima del escritor, también argentino, Eduardo Sacheri.
La película relata una historia intensa (un thriller hecho a la medida de Hollywood): la mirada retrospectiva de un ex-agente de la justicia federal argentina, Benjamín Espósito (Ricardo Darín), que recuerda una investigación que marcó su vida y la de su mejor amigo (Pablo Sandoval, a cargo de un notable Guillermo Francella) y de la mujer que siempre amó íntimamente, Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil, merecedora por esta actuación del Premio Goya a la mejor Actriz Revelación).
Hay de todo: amor, tensión laboral, animosidades cáusticas, sangre, corrupción, rabia e inclusive el alcohol y la taberna como vicios alegremente aceptados (“como pasiones” o algo que se le asemeje). Una película imperdible que seguramente es de lo mejor que dejó el cine latinoamericano en el año 2009 y que, por eso mismo ya le había ganado La Teta asustada de la peruana Llosa en el duelo que tuvieron en aras del Premio Goya a la Mejor Película Hispanoamericana.
Bien decíamos, el miércoles pasado: "Ahora que parece ser menester ponerse la camiseta del Perú y alentar a la película de Llosa en los premios Óscar, habría que decir, a título personal, que la cinta argentina le saca varios cuerpos de ventaja".
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1 comment:
Para qué voy a decir lo que tu ya dijiste inmejorablemente...
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