2015/08/13

FBC Melgar: un sentimiento no tiene precio

Cuando era chibolo, después de alentar a mi equipo, volvía a pie desde el estadio Melgar. Por la Salaverry hasta la avenida Parra y luego bajaba hasta el Puente de Fierro. Llegaba a La Arboleda, tocaba la puerta de mi jato y mi vieja salía por la ventana del segundo piso. Le bastaba ver mi rostro para saber cómo había quedado el Dominó. Hoy, después de tremendo papelón, quiero recordar al equipo del año 1992, al que le tengo tanto cariño (ese FBC Melgar que me hizo llorar en la liguilla, porque yo sí he llorado por mi equipo): ganaran, empataran o perdieran yo, como hincha, sabía que había dejado todo en la tribuna (iba a la barra León del Sur y saltaba hasta quedarme sin piernas) y que ellos, por su parte, habían dejado la piel dentro de la cancha. Ahora no. Sólo sé que ellos (y Reynoso) pasan puntual por caja y nada más. Eso es lo que más jode: me pongo necio (o lúcido) y caigo en la cuenta de que un árabe ha venido (a Lima) a hacer buenos negocios. Ya lo dijo Bielsa: no puedes manejar a un club de fútbol como a una empresa (sociedades anónimas, negocios y más negocios): un HINCHA no es un obrero, un SENTIMIENTO no tiene precio. ‪#‎YoSíAmoAlDominó‬


FBC MELGAR del año 1992: equipazo.

No comments: