Era un pueblo en donde todos éramos creadores notables: cuentos y novelas de envergadura. Todos nos leíamos pero, eso sí, nunca nos criticábamos. Un extraño aire se respiraba, opinábamos de todo menos de nuestros libros. A veces me pregunto si en verdad somos notables o si nos gusta vivir esta fantasía real que parece transgredir cualquier entendimiento crítico.
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Este microrrelato lo publiqué en la bitácora del escritor Ricardo Sumalavia:
1 comment:
Yo vivo en un país en donde hay un grupito de escritores notables, ninguno lee al otro, pero todos, los del grupito, opinan que cada uno de ellos es lo mejos que ha dado la literatura nacional, y así siguen por los siglos de los siglos.
Salud pue
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