“Más libros, más libres”, rezaba el lema de una feria del libro catalana de hace algunos años (2005). Esa sentencia en su brevedad guarda una contundencia implacable y aleccionadora. Y, por esos días, valía la pena preguntarse lo siguiente: ¿cómo queremos que el arequipeño de a pie acceda a la cultura si nadie, absolutamente nadie, se anima a poner en marcha actividades y/o eventos que le permitan a aquél empaparse de ésta?
Cabe recordar, ahora, que nuestro consabido regionalismo nos hace creer, con argumentos enclenques y fácilmente pulverizables, que Arequipa compite, palmo a palmo, con Lima; y que, en consecuencia –y sin dar margen a duda alguna–, nuestra ciudad es, por mérito propio, la segunda en el agreste escalafón nacional.
Pero, apelando a una elemental sinceridad, hay que señalar que la verdad, monda y lironda, es otra. Nadie puede poner en tela de juicio la prosapia de este “baluarte de la libertad”, ubérrima cuna de intelectuales que han descollado en distintas ramas y ciencias; a saber: Mario Vargas Llosa u Oswaldo Reynoso, emblemas de la narrativa peruana; Hernando de Soto, lúcido e inapreciable economista de primera fila; Honorio Delgado Espinosa, quien, en vida, supo amalgamar vastos sus conocimientos de medicina, sicología y filosofía, para gestar una copiosa obra que no pierde vigencia...
Hoy por hoy, sin embargo, la diligente –¿inmarcesible?– fábrica intelectual parece haberse apagado (o, cuando menos, averiado): los intelectuales y pensadores ya no germinan desde hace varias décadas (y si todavía aparecen, entonces nadie los conoce). ¿Los culpables? ¿Las autoridades? Claro, las autoridades que siempre le dan la espalda a la cultura. Pero, si somos honestos con nosotros mismos, podremos apreciar que esta desidia es colectiva; es decir, que todos somos copartícipes de esta negligencia que atenta contra el saludable crecimiento cultural de nuestra ciudad.
La grata noticia es que los entusiastas Freddy Tito y Martha Valencia no han querido caer en el lugar común; muy por el contrario, han logrado el concurso de universidades, instituciones culturales y empresas privadas para llevar a cabo la primera FIL (Feria Internacional del Libro) Arequipa 2009. Se romperán fuegos el día de la juventud, 23 de setiembre, con eventos librescos y actividades artísticas y conciertos. Todo esto en el Parque Libertad de Expresión (Umacollo, afueras de la Universidad Católica). Pero la fiesta del libro no será flor de un día, pues se alargará hasta el 5 de octubre.
Ya están en la lista de participantes, nuestro Oswaldo Reynoso (autor de “Los Inocentes” y “En octubre no hay milagros”), Gustavo Gorriti (que presentará “Petroaudios”), César Hildebrandt (quien acaba de reeditar su libro de notables entrevistas a intelectuales y políticos “Cambio de palabras”), además Javier Arévalo y Gustavo Rodríguez (propulsores infatigables del plan lector llamado “Recreo”). También: Jaime Bayly que acaba de sacar de imprenta la novela “El cojo y el loco” (Alfaguara, 2009) y un largo etcétera.
La FIL AREQUIPA 2009 promete ser un éxito. Pero lo será cabalmente si todos nos ponemos la camiseta de la lectura y participamos activamente de los eventos que tanto esfuerzo y sacrificio han costado llevar adelante a los organizadores de esta fiesta de la cultura. Para mayor información sobre el cronograma de actividades se puede visitar el portal oficial de la Feria del Libro: www.filarequipa.pe
¡Más libros, más libres!... Que es lo mismo que decir: “Si soy arequipeño, estaré en la feria del libro”… No en vano nuestro himno habla de un baluarte de la libertad…
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