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En la edición del 22 de agosto de Hildebrandt en sus trece. |
Acá un fragmento de la última historia que aparece en
Hildebrandt en sus trece (disponible hasta en los puestos de periódicos hasta el viernes 29 de agosto):
El mal como adicción, el goce supremo de la transgresión, eso y mucho más es “Breaking Bad”. Destruirlo todo, hasta a tu propia familia, llevado por el deseo de sentirte vivo, de romper las reglas, de ser distinto, diametralmente opuesto a como los otros te piensan. ¿Por qué los malos nos resultan tan atractivos? Quizá porque apreciamos en ellos ‘posibilidades’ nuestras, es decir, a través de los rufianes –Don Corleone, Tony Soprano, Walter White– potenciamos nuestro lado más oscuro, el que nos asedia pidiéndonos salir del sótano para pasearse por toda la ciudad.
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