Con la camiseta argentina, Di Stéfano también fue un brillante entrenador: campeón con Boca Juniors y River Plate. |
Pelé no se ha cansado de repetir
que Alfredo Di Stéfano ha sido mejor jugador –más completo– que Maradona. Aunque
nunca lo vi jugar, leí mucho en El Gráfico
acerca de este crack: conocido como “la saeta rubia” (la prensa deportiva
peruana, eterna mal copiona de la argentina, bautizaría así a Toto Terry), que
era polifuncional: defensa, volante o delantero (inclusive se decía que como
arquero lo habría hecho bien). Un superdotado, sin duda.
Ganó la Copa América del año 1947
con la selección argentina. Y, luego de brillar en River Plate y el Millonarios
de Bogotá, recaló en el Real Madrid de España, convirtiéndose en un referente
histórico (ganó la liga española en ocho ocasiones y la Copa de Europa –hoy Champions League– en
cinco).
Los españoles hicieron con Di
Stéfano lo que (soñaron, obvio) no pudieron con Messi: nacionalizarlo para jugar por la "Roja". Poder
decir que el mejor del mundo era español. Por eso esa (a veces oculta y otras
tantas velada) envidia al fútbol argentino: cuna de cracks (Maradona, Di Stéfano,
Messi). España –habría que decir la prensa deportiva española– está agazapada
esperando la derrota argentina. Entiendo que les jodería mucho entregarle el título
a Messi vestido de albiceleste (y no de blaugrana). Claro, pondrían el parche
diciendo que todo quedó en casa, pues quien entregará la copa será Puyol. Una
figura del Barcelona a otra.
Son los españoles quienes
criticaron duramente a Messi porque entendían que no daba todo de sí y que se
estaba guardando para el mundial de fútbol. Lionel, sin llegar a ser ese fenómeno
del Camp Nou de hace algunos años, ha sido decisivo para la Argentina, sobre
todo en la fase de grupos (4 goles) y luego en el servicio de gol preciso a Ángel
Di María para derrotar a Benaglio, arquero suizo (1-0).
¿Es más importante jugar en tu selección
que en un club español? Por qué no se lo preguntan a Simeone, el técnico campeón
de la liga española (que ha anunciado que siente que para ser entrenador de la
selección argentina hay que adquirir una madurez que él todavía no posee:
agarra esa flor, José “Chemo” Del Solar).
El miércoles 9 de julio (día de la independencia argentina), el seleccionado albiceleste se
juega la vida por volver a una final de la copa del mundo luego de 24 años ante
Holanda. No será un partido más. Nunca. Hay un valor agregado: será un homenaje
a Di Stéfano. A Maradona (en vida). A Messi (el heredero del trono futbolístico). Hay cosas que el dinero no puede comprar:
para todo lo demás MasterCard… si no pregúntenle a Pelé.
Messi (de pie, el primero de la izquierda) a los 10 años en el Perú, con la rojinegra de Newell's enfrentando al Cantolao. "Soy argentino, rosarino y leproso", ha confesado. |
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