"¿Será verdad que estoy metiendo un gol en la final de un mundial o, acaso, se trata de otro sueño? Es el temor a que tu madre te despierte..."
(Jorge Valdano, campeón del mundo 1986).
Se acabó el Mundial y habrá que esperar otros cuatro años. Brasil 2014 es la próxima cita (y aunque parezca broma, soy tan imbécil como para soñar con el Perú en el Mundial. Fútbol, pues: "ladrón de mi cerebro").
Y, sí, hay que reconocerlo. Aunque joda (¡y cómo jode, cabrones!). Robben la tuvo dos veces, por favor, que no le dejen volver a Holanda. ¿Cuándo vas a desahuevarte, Holanda? ¿La tercera no era la vencida?
Esta 'naranja mecánica' capaz de tumbar a Brasil, no pudo matar a España. Insisto: por culpa del maldito Robben y de Casillas (un buen portero, no el mejor del mundo, que tiene mucha fortuna; mejores fueron el nigeriano Vincent Enyeamá y, claro, Ricardo, el notable guardameta portugués).
Esta España, juega mejor, pero -estoy seguro, no me cabe la menor duda- no hubiera podido con el sólido bloque posterior de Brasil.
No me gustó que la prensa española tratara tan mal a Maradona. Está claro que así como le temían a Brasil, también veían a Argentina como un problema. Por eso cuando Alemania apabulló a una irreconocible selección albiceleste, el consenso de los especialistas españoles era: "zafamos, a los alemanes sí les ganamos". Claro, ya lo habían hecho en la final de la Eurocopa, con gol de un Niño Torres que, ¡ay!, fue lo más bajo del equipo de Vicente del Bosque.
Una pena también por Robin Van Persie, quien, en la previa, había confesado su admiración por el más grande futbolista de la historia: "El video de Maradona levantando el trofeo y llorando, me obsesiona. No les puedo decir cuántas veces he visto esa grabación", dijo el delantero holandés.
La inspiración del ariete naranja era la foto de Maradona que todavía no podrá reemplazar por la suya: "Pero desde entonces, siempre quise jugar una final de Mundial, incluso cuando era un niño. De hecho ahora tengo una imagen grande de Maradona en una de las paredes de mi casa. Es una foto increíble en la que él sostiene la Copa del Mundo". Y, claro, nunca estuvo en mejores manos. Que la sigan mamando los anti-Maradona.
En la previa, sabía que Villa es un goleador nato y no quería que marcara más (hubiera sido el goleador del mundial). No lo hizo, por suerte. También intuía que el único capaz de hacer una jugada 'maradoniana' era el pelado con pinta de oficinista (como lo llama César Luis Menotti). Tampoco la hizo. Pero, jode decirlo, jode mucho. Es el mejor del mundo. Será por eso que Messi funciona tan espléndidamente en el Barcelona. Con este ingenioso hidalgo cualquiera puede brillar.
España no es la mejor selección del mundo, ha ganado el Mundial, pero no es la mejor. El autor del gol sí, no hay duda, es el más grande. Y los grandes aparecen en los mundiales. Zidane, maestro de maestros, ya te tomaron la posta. Acá hay talento, demasiado. Y la dedicatoria lo hace más grande que toda España.
Esta 'naranja mecánica' capaz de tumbar a Brasil, no pudo matar a España. Insisto: por culpa del maldito Robben y de Casillas (un buen portero, no el mejor del mundo, que tiene mucha fortuna; mejores fueron el nigeriano Vincent Enyeamá y, claro, Ricardo, el notable guardameta portugués).
Esta España, juega mejor, pero -estoy seguro, no me cabe la menor duda- no hubiera podido con el sólido bloque posterior de Brasil.
No me gustó que la prensa española tratara tan mal a Maradona. Está claro que así como le temían a Brasil, también veían a Argentina como un problema. Por eso cuando Alemania apabulló a una irreconocible selección albiceleste, el consenso de los especialistas españoles era: "zafamos, a los alemanes sí les ganamos". Claro, ya lo habían hecho en la final de la Eurocopa, con gol de un Niño Torres que, ¡ay!, fue lo más bajo del equipo de Vicente del Bosque.
Una pena también por Robin Van Persie, quien, en la previa, había confesado su admiración por el más grande futbolista de la historia: "El video de Maradona levantando el trofeo y llorando, me obsesiona. No les puedo decir cuántas veces he visto esa grabación", dijo el delantero holandés.
La inspiración del ariete naranja era la foto de Maradona que todavía no podrá reemplazar por la suya: "Pero desde entonces, siempre quise jugar una final de Mundial, incluso cuando era un niño. De hecho ahora tengo una imagen grande de Maradona en una de las paredes de mi casa. Es una foto increíble en la que él sostiene la Copa del Mundo". Y, claro, nunca estuvo en mejores manos. Que la sigan mamando los anti-Maradona.
En la previa, sabía que Villa es un goleador nato y no quería que marcara más (hubiera sido el goleador del mundial). No lo hizo, por suerte. También intuía que el único capaz de hacer una jugada 'maradoniana' era el pelado con pinta de oficinista (como lo llama César Luis Menotti). Tampoco la hizo. Pero, jode decirlo, jode mucho. Es el mejor del mundo. Será por eso que Messi funciona tan espléndidamente en el Barcelona. Con este ingenioso hidalgo cualquiera puede brillar.
España no es la mejor selección del mundo, ha ganado el Mundial, pero no es la mejor. El autor del gol sí, no hay duda, es el más grande. Y los grandes aparecen en los mundiales. Zidane, maestro de maestros, ya te tomaron la posta. Acá hay talento, demasiado. Y la dedicatoria lo hace más grande que toda España.
¿Quiénes fueron los mejores?
Mejor arquero: Ricardo (Portugal), nunca voy a olvidar sus lágrimas.
Mejor defensa: Lucio (Brasil), el gran capitán, un guerrero de primera fila.
Mejor volante: A.I. (el mejor futbolista del mundo, digno heredero del 'monje' Zinedine Zidane).
Mejor delantero: De lejos, Diego Forlán, un mercenario del gol.
Mejor entrenador: Gerardo 'El Tata' Martino.
Mejor defensa: Lucio (Brasil), el gran capitán, un guerrero de primera fila.
Mejor volante: A.I. (el mejor futbolista del mundo, digno heredero del 'monje' Zinedine Zidane).
Mejor delantero: De lejos, Diego Forlán, un mercenario del gol.
Mejor entrenador: Gerardo 'El Tata' Martino.
Maradona en Oxford, sí, con toga. En 1995, una universidad de la mismísima Inglaterra le otorgó el título de "Master Inspirator", por considerarlo un "maestro inspirador de los que todavía sueñan". ¿No lo creen? Pregúntenmelo a mí o mejor a Van Persie. Diego: YO SUEÑO.
1 comment:
Onishito, un guerrero, Lúcio.
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