2013/12/31

Gracias, 2013

Gracias a Dios.
A mi madre, por seguir queriéndome, a pesar de todo. Ella es la persona que más amo en este planeta (aunque a veces parezca lo contrario, lo sé).
Gracias a Carlos Bellatín Ramos, mi viejo amigo y excelente persona que siempre me da su gentil apoyo en la corrección de lo que trato de escribir (sin éxito). Gran recomendador de películas, además de ser un hermano en los momentos complicados. Los más jodidos. Gracias por todo, “Chino”.
A mi promo y hermano Aldo Medina, y a su novia, la generosísima Claudia, que siempre me acogen en su depa para hacer de Lima una experiencia menos traumática. Y, claro, lo logran, pues con ellos todo es AQP.
A mi hermana K, que la quiero mucho y fue la culpable de que me pusiera a leer buenos libros como los de García Márquez, Reynoso, Vargas Llosa, Camus, Benedetti, Borges, Cortázar, Ribeyro y un gran etcétera. Un abrazo hasta Francia.
A mis compañeros de promo: Juan Carlos Gómez, “el Búho”; Leonti, “Neddy Flanders”; Coco Vásquez, Zayvo Calle, Gelio, Albert “Tino”, etcétera… por sus lecturas, su aliento y su amistad invariable.
A José Córdova, mi editor, por volver a confiar en mi trabajo. También a Katherine Estrada por su amabilidad y paciencia en los días de ajetreos limeños (va un abrazo también para su esposo Alfredo).
Gracias, por supuesto, a César Hildebrandt por su franqueza, sus consejos, la oportunidad brindada y por todo –que es impagable– lo demás también.
Gracias a Oswaldo Reynoso y Fernando Ampuero, a Carlos Granés y Alberto Fuguet, a Raúl Bueno Chávez, a Michael Cunningham (desde el ya lejano 2009), a Mario Bellatín, a Martín Kohan. Gracias a todos los escritores que de una u otra forma me apoyaron, desde el inicio, y leyeron mis relatos: Jorge Eduardo Benavides, Julio Ortega, Guillermo Giacosa y un largo etcétera.
Gracias a Carlos Rivera, de la Asociación Cultural La Casa de Cartón, por animarme a dictar talleres de escritura (ya vamos por el tercer año, creo).
Y gracias a toda la gente que se animó a leer/reseñar/criticar/comentar/rajar/elogiar mi libro de relatos Mi familia y otras miserias.
A mis hermanos de las terapias grupales de Lima y Arequipa, a quienes les dedico mis primeros 6 meses de limpieza.
A Marco Aurelio Denegri quien, vía epistolar, me informa que, si me extirpo la vesícula biliar, me curaré.
Gracias a mi familia... que todavía tengo.
Gracias a Micaela porque sin ella en mi vida nada –absolutamente nada de lo que hago con pasión–  hubiera sido posible.
¿Algo más? Sí, estés donde estés, sabes que soy tuyo con mi mayor convicción.



2 comments:

Anonymous said...

Éxitos en este 2014... Y felicitaciones por todo tu trabajo. Un abrazo virtual.

Orlando Mazeyra Guillén said...

Gracias por tus buenos deseos, Jasson. Tú también sigue escribiendo, amigo.