2007/02/01

Postal del errante


Eric me anima, arengando a todo pulmón: lo vamos a lograr, ¡no mires hacia atrás! En mi mente el rostro de Irina se congela, rogando: por el amor de Dios, ¡no te vayas!, quédate conmigo. Siento latidos, espasmos que no provienen de mi corazón: es el mar, tiene vida y me advierte algo que mi desasosiego no logra descifrar. Eric se persigna mirando al cielo. La balsa se mece con una rara armonía y yo sigo con un pánico atroz, sin saber por qué tengo que huir a escondidas de mi única patria.

___

Ésta es una de las tres microhistorias que acaban de aparecer en la Biblioteca Cervantes Virtual. Para leerlas pueden hacer clic aquí.

No comments: