«Salieron, y si en Dahlmann no había esperanza, tampoco había temor. Sintió, al atravesar el umbral, que morir en una pelea a cuchillo, a cielo abierto y acometiendo, hubiera sido una liberación para él, una felicidad y una fiesta, en la primera noche del sanatorio, cuando le clavaron la aguja. Sintió que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado» (Jorge Luis Borges, El Sur).
2010/11/13
ESTADIO AZTECA
Prendido
a tu botella vacía,
esa que antes, siempre tuvo gusto a nada.
apretando los dedos, agarrándole, dándole mi vida,
a ese "para-avalanchas"...
Cuando era niño,
y conocí el Estadio Azteca,
me quedé duro, me aplastó ver al gigante,
de grande me volvió a pasar lo mismo,
pero ya estaba duro mucho antes...
dicen que hay...
dicen que hay...
un mundo de tentaciones,
también hay caramelos
con forma de corazones...
dicen que hay,
bueno, malo,
dicen que hay mas o menos,
dicen que hay algo que tener,
y no muchos tenemos...
y no muchos tenemos...
Gracias le doy a la Virgen,
Gracias le doy al Señor,
Porque entre tanto rigor,
Y habiendo perdido tanto,
No perdí mi amor al canto
Ni mi voz como cantor.
(de La vuelta de Martín Fierro)
prendido,
a tu botella vacía,
esa que antes, siempre tuvo gusto a nada.
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